Éste es el resultado de varias semanas de trabajo desde que comenzó el año hace ya más de dos meses. A estas tres obras las complementan un sinfín de dibujos diarios que no hacen sino enriquecer la pintura, dando frescura y soltura a la hora de volver a coger los pinceles. Tres obras que cuentan la pequeña gran historia de una tarde de toros. En Madrid. Seis y cuarto Siete en punto Nueve y media